Carta despedida al profesor Sergio Limiroski

Carta realizada por lo/as alumno/as de 4to. 3era. turno mañana


       Sergio Limiroski fue nuestro profesor de la materia discursos sociales durante este año que era su primero en la escuela, tuvimos el privilegio de ser sus alumnos, por eso queremos contarles un poco de cómo eran sus clases, y su forma de ser, que debe ser admirada tanto como persona y profesor. Él siempre intentaba traer cosas nuevas, escuchar nuestras opiniones, decía que aprendía mucho de nosotros, que le gustaba hacerlo. En su bolso continuamente llevaba diarios que mostraba cuando nos daba clases, se notaba que disfrutaba enseñar y tenía pasión por su profesión. También traía un pequeño parlante celeste, donde nos mostraba diferentes programas de radio o temas similares, y que gracias a ese método pudimos recordar puntualmente lo que nos quiso enseñar. También nos dictaba conceptos que él mismo escribía, e incluso en los trabajos prácticos generaba sus propios textos. Lo que más le interesaba era que participáramos en las clases, que sea un ida y vuelta, aunque hubo días en que no lo logró, y se fue desanimado, nunca nos despreció o tomó rencor, hasta el último día vino con la mejor disposición. Nuestro bienestar era su prioridad, nos escuchó cuando lo necesitábamos, se quedó horas extras para charlar junto a sus compañeros y nosotros, problemas que se generaban en el aula. También hubo momentos en que si estábamos cansados o estresados no nos exigía (incluso a veces nos dejaba dormir), porque entendía lo que nos pasaba. A pesar de esto también nos corrigió y pidió que lo escuchemos, pero nunca levantando su voz, ni faltándonos el respeto. 
     Fue una persona humilde, lo pudimos ver cuando nos enteramos del gran escritor que era, nunca hizo gran alarde de eso, simplemente lo contaba para que tomáramos en cuenta su experiencia. Siempre nos escuchaba e interesaba por nosotros, no se enojaba rápido, era bueno, muy bueno, paciente, transparente, expresaba lo que sentía, por eso se hace fácil escribir de él, porque pudimos notar claramente como era. También fue seguro de sí mismo, la primera vez que usó la televisión para mostrar un video, en el fondo de pantalla de su computadora había una foto de él con su familia haciendo diferentes caras, todos nos reímos por eso, y suponíamos que a la siguiente clase la iba a quitar para no sentir vergüenza, pero no lo hizo ni en la próxima, ni en ningún momento. En esto notamos el amor y orgullo que sentía por su familia, que no le importaba la opinión del resto si es que no perjudicaba a nadie. 
    De él nos pudimos llevar un gran ejemplo, grandes aprendizajes, y buenos recuerdos. Hubiéramos deseado poder conocer más a esta gran persona, e incluso expresarle lo que sentíamos por él, pero como todo tiene un tiempo, y no podemos saber cuándo un ser querido, un vecino o un profesor ya no estén, por eso debemos valorar a quienes nos rodean, mostrarles cuanto los amamos, y disfrutar a las personas que nos rodean cotidianamente, incluyendo profesores, compañeros, preceptores, padres, hermanos, y allegados. Y que cuando ya no estén recordar los gratos momentos y agradecer por ellos.
 Cada persona porta valor, y razones por las cuales se la pueden destacar, en este caso Limiroski, era un ser lleno de vida, que siempre le deseaba lo mejor al otro, alguien con mucho para dar. Lo extrañaremos aún sin haberlo conocido demasiado, sabemos que en nuestra memoria siempre quedará y que aún sin estar nos sigue enseñando por el ejemplo que fue.  

 Pasamos un muy buen año con Sergio, 
por eso decidimos realizar esta carta 
para despedirnos de un gran profesor. 



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